La ingestión de cuerpos extraños es responsable de unas 1500 muertes al año.

Es más frecuente en la infancia, entre los seis meses y los seis años. En el 98% de los casos se produce de forma accidental. En los adultos suele ser secundario a la ingestión de alimentos (hueso, pastel de comida).

La ingestión de cuerpos extraños no alimentarios es más frecuente en adultos de sexo masculino, en situaciones de abuso de sustancias o en enfermedades psiquiátricas.

La mayoría de los casos de ingestión de cuerpos extraños (F.B.I.), se resuelven de forma expectante (80%), alrededor del 10 al 20% necesitan una extracción endoscópica, y una minoría, una extracción quirúrgica.

La forma y la composición del cuerpo extraño influyen en el tipo de tratamiento. En cuanto a la forma, pueden ser romos o puntiagudos, cortos o largos, y de composiciones específicas, como los bezoares, las tortas de comida o las pilas.

La máxima “cada caso es un caso” también se aplica al tratamiento de los pacientes con E.C., sin embargo, se pueden describir algunas pautas generales. En los casos de E.C. puntiforme, o baterías en el esófago, molestias importantes, alteraciones respiratorias u obstrucción total (riesgo de aspiración), está indicada la extracción endoscópica de urgencia. En ausencia de estas alteraciones, el examen puede posponerse, pero ningún C.E. Debe permanecer más de 24 horas impactado en el esófago.

La impactación de alimentos (bolo), como ya se ha descrito, suele ser secundaria a una alteración anatómica, y actualmente, con el aumento de las cirugías bariátricas, se ha hecho más frecuente en estos pacientes. La obstrucción suele ser total, con molestias torácicas y salivación. La extirpación endoscópica implica a veces la extracción de todo el fragmento con fórceps, o su fragmentación con fórceps o pinzas, y en segundo lugar la introducción de los fragmentos en el estómago o su extracción a través de la boca (puede ser interesante el uso de sobre tubos para facilitar el procedimiento).

Los objetos romos (en general, las monedas), pasan por el TIG sin problemas cuando son menores de 2 cm.

La extirpación endoscópica está indicada:

  • Objetos romos de más de 2 cm.
  • Objetos impactados en el esófago, cuando no salen del estómago después de 4 semanas.
  • Las pilas siempre deben ser retiradas con urgencia, cuando se impactan en el esófago, ya que pueden causar perforación (la mucosa entra en contacto con ambos polos, conduciendo la corriente eléctrica, generando necrosis por licuefacción). Si la pila se aloja en el estómago, la posibilidad es que pase por el resto del tracto gastrointestinal sin intercurrencias. En estos casos, el paciente asintomático puede ser seguido con exámenes radiológicos cada tres o cuatro días, optando por la extirpación endoscópica si la pila es mayor de 20 mm, está impactada en el estómago por más de 48 horas, o evoluciona con alteraciones gastrointestinales (se puede intentar la extirpación endoscópica).
  • La ingestión de imanes es cada vez más frecuente, ya que cada vez son más pequeños y fuertes y se utilizan en diversos objetos, especialmente en los juguetes. Cuando la ingesta es única, está indicada su eliminación cuando aún se encuentra en el tracto gastrointestinal superior, y después de pasar por el píloro, se puede acompañar. Cuando la ingesta es múltiple, el riesgo de complicaciones aumenta, ya que pueden producirse perforaciones con mayor facilidad (atracción entre ellas, a través de las paredes del intestino). La extracción debe ser urgente, y en el caso de trozos que ya han atravesado el estómago, la consulta con el cirujano pediátrico es fundamental. Si el paciente es sintomático, la extirpación debe ser quirúrgica, si el paciente es asintomático, se puede intentar la extirpación endoscópica.
  • Los objetos puntiagudos (agujas, huesos, palillos), deben ser retirados antes de salir del estómago, ya que pueden perforar el intestino o impactar (válvula ileocecal o ano). En los casos de impacto en el esófago, la extracción debe ser urgente, ya que después de 72 horas, el riesgo de perforación, o de erosión para ir a la zona o a los grandes vasos aumenta mucho. En los casos en los que no es posible una extracción segura (objeto puntiagudo grande, impactado durante más de tres días, signos de perforación) está indicada la extracción quirúrgica.
  • Los objetos grandes, generalmente de más de 5 cm (bolígrafos, herramientas, cepillos de dientes), no pasan por el duodeno y deben ser retirados. Como el procedimiento puede ser difícil, es importante el control y la protección de las vías respiratorias, y puede estar indicada la intubación orotraqueal o el uso de un sobretubo.
  • Los bezoares (concreciones secundarias al material ingerido, como pelos, bario, vegetales) pueden ser difíciles de eliminar porque en general suelen ser grandes (como en el tricobezoar), y está indicada la cirugía.